Hoy os traigo una bonita historia acerca de ese escalofriante momento histórico en el que el Mr. Proper pasó a llamarse Don Limpio. Un momento oscuro de nuestra historia que provocó pesadillas hasta a los más fuertes… Los más débiles no consiguieron adaptarse al cambio y, aún hoy, permanecen recluidos en instituciones psiquiátricas de todo el país, mirando al infinito y preguntándose el porqué de aquella atrocidad. He aquí la respuesta.
Corría el año 1990 y pico, en la mayoría de cocinas del país había una botella de Mr. Proper con el tapón abierto y con restos de producto reseco alrededor. Al lado de la botella, un estropajo verde hecho de algún tipo de material cancerígeno.
De pronto, en este contexto, algún señor se dio cuenta de que el Mr. Proper de aquí, el español, valía mucho más barato que el de otros países de la U.E. El siguiente paso del razonamiento lógico de cualquier español que se quiere forrar trabajando mas bien poco o mejor nada: ¿Qué pasa si cojo el Mr. Proper barato de aquí y lo vendo en Inglaterra o Francia, al precio de allí?
Conclusión: Carreteras colapsadas por camiones cargados hasta arriba de botellas de Mr. Proper, con destino a países donde el producto era más caro.
Paro amigos, pronto surgió un pequeño problema. La empresa fabricante de Mr. Proper era la misma en toda Europa, con diferentes fábricas independientes distribuidas por toda la geografía, pirateándose las unas a las otras. En poco tiempo estalló la guerra entre factorías y la empresa matriz tuvo que tomar cartas en el asunto, antes de que se le fuera de las manos.
A estas alturas supongo que ya os habéis imaginado cual fue la solución. Decidieron adaptar el nombre del producto a cada país donde hacían negocio.
Así en España, la marca Mr. Proper pasó a llamarse Don Limpio, perdiendo así gran parte del prestigio ganado con el paso de los años. Además de darle fuertes connotaciones gay al personaje.
Mucha gente dejó de confiar en su infalible prueba del algodón y se pasó al Fairy, cuya botella es más pequeña pero cunde cinco veces más.
¿Es verdad que el cambio en el nombre de un producto puede afectar tanto al consumidor? ¿Qué tiene el nombre para que nos "encariñemos" con ese producto?
Otra página de ampliación de la noticia:
http://lembd.blogspot.com/2009/04/por-que-mr-proper-paso-llamarse-don.html
Pues si los consumidores cambiaron de producto si que es importante el nombre.
ResponderEliminarLos anuncios de Mr. Proper fueron muy importantes, calaron en la gente y le convirtieron en un personaje muy simpático y popular.
Cualquiera, aunque no arrimara mucho el hombro en las tareas domesticas, sabía que era Mr. Proper.
Se consiguió identificar un tipo de producto con una marca.
El soniquete de ese anuncio era como un pequeño y simpático grito de guerra.
Como anécdota comentar que un futbolista profesional de hace unos años cuando el producto era llamado Mr. Proper, era apodado de forma cariñosa por sus seguidores con este nombre.
Sí que es verdad que el cambio de nombre afecta a la venta de un producto. Cuando una marca gana cierto reconocimiento como es el caso de Mr. Proper y de buenas se le cambia el nombre, aún siendo el mismo producto y de igual calidad, los consumidores no son racionales en este sentido y no confían igual en la marca.
ResponderEliminarLos años consumiendo un producto y la publicidad qe hacen de él, hacen qe cojamos especial cariño a una marca y cambiar el nombre tiene consecuencias.
Grupo 4 ISAM
La prueba del algodón era de Tenn no de Mr Propper, el mayordomo que nos ha acompañado durante generaciones.
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